jueves, 27 de marzo de 2025

ECOVILLAGES: NO ES SOLO UNA EMPRESA, ES UNA LUCHA POR LA FAMILIA.



Cuando comenzamos la empresa de EcoVillages en Panamá (porque ahora vivo en Panamá), al principio lo vi como el sueño de mi esposo, algo en lo que lo apoyaba porque moldearía nuestro futuro como familia. Pero con el tiempo, me di cuenta de que era mucho más que eso. Esta empresa no se trata solo de ayudar a las personas a reubicarse; se trata de crear comunidades con personas que comparten nuestros valores y de revivir los principios que alguna vez hicieron del mundo occidental un faro de oportunidades y libertad.

Durante generaciones, Estados Unidos fue el destino definitivo para quienes buscaban una vida mejor. Su fuerte y atemporal constitución basada en principios judeo- cristianos, su compromiso con las libertades individuales y sus oportunidades de prosperidad atrajeron a personas de todo el mundo, incluyendo Latinoamérica. Las familias prosperaban, los niños recibían una educación de calidad y el trabajo duro era recompensado. Pero con el tiempo, estos valores fundamentales comenzaron a erosionarse. La sociedad cambió, el trabajo tomó prioridad sobre la familia, los divorcios se dispararon, las adicciones crecieron y los movimientos sociales, aunque aparentemente bien intencionados, fueron cooptados para servir a agendas políticas.

Las marchas parecían nobles—promoviendo la paz, la tolerancia, la unidad y la aceptación. Pero en realidad, fueron manipuladas, y sus participantes terminaron siendo "colaboradores inconscientes" sin darse cuenta. Estos movimientos fueron cuidadosamente orquestados y más tarde absorbidos por las mismas élites contra las que creían estar luchando. A través de esta guerra cultural, estas élites lograron controlar las mentes y las familias de las personas, distrayéndolas de los problemas reales, fomentando la división y profundizando la dependencia del Estado. Con el tiempo, la gente fue llevada a creer que el gobierno es dueño de sus vidas y que depender de él es necesario. Esto es Comunismo 101.

A medida que la influencia del gobierno se expandió, la responsabilidad personal y las libertades individuales se deterioraron. Esta es una estrategia fundamental de las ideologías socialistas: crear dependencia mientras se destruyen los valores que sostienen familias y comunidades fuertes y autosuficientes. La gente no lo vio venir porque sucedió gradualmente. Nuestros padres marcharon por la paz, el amor y la "liberación sexual" en los 60,  se alentó a las mujeres a rechazar su rol en la familia, convencidas de que las mantenían esclavizadas, mientras que los hombres eran alentados a abandonar cada vez más a sus familias para obtener subisidios gubernamentales y  el desfile del orgullo se convirtió en un mes entero de celebración de la sexualidad. Poco a poco, la vida de las personas se volvió más dependiente del Estado, mientras sus creencias eran moldeadas por los medios de comunicación y la propaganda de Hollywood.

Si lees El Libro Negro de la Nueva Izquierda de Agustín Laje, entenderás cómo la agenda socialista ha logrado controlar a las masas. En resumen: al principio, usaron la lucha de clases contra los dueños de empresas, pero cuando la gente se dio cuenta de que el trabajo era la mejor manera de progresar y dejó de preocuparse por esa división, cambiaron a la política de identidad: feminismo radical, LGBTQ, Black Lives Matter y más. Todo con el objetivo de socavar los valores cristianos tradicionales: atacar la feminidad, la masculinidad, el matrimonio, la familia, los niños y hasta al bebé en el vientre materno.

Una vez que comprendes por qué nos ha sucedido esto y te das cuenta de que hemos sido manipulados, puedes liberar tu mente. Verás que es momento de dejar atrás esa sociedad porque va en camino al colapso.

Comprender estos cambios sociales fue un punto de inflexión para mí. Durante años, creí en la idea feminista moderna de que la independencia significaba priorizar una carrera profesional por encima de todo. Me enfoqué solo en el éxito profesional, sin considerar el matrimonio o la familia como prioridades. Pero con el tiempo, me sentí cada vez más desilusionada con ese camino. Como muchos, tuve dificultades en mis relaciones y en mi realización personal, hasta que finalmente entendí que la verdadera confianza y felicidad provienen de saber quién eres, qué defiendes y de construir una vida alineada con esos valores, una vida con propósito.

A través de mi propio camino de Fe, encontré claridad. Aprendí a conocer y a confiar en Dios, a soltar la ilusión del control y a abrazar mi rol en el matrimonio y la familia. Esta transformación personal fortaleció mi convicción de mantenerme firme en mis creencias, incluso cuando van en contra de la cultura popular. Uno de los momentos clave que me hizo cuestionar las narrativas modernas fue el movimiento Me Too y su lema "Cree en todas las mujeres", que ignoraba el principio fundamental del debido proceso. Apoyar a las víctimas es importante, pero aceptar acusaciones sin pruebas ha tenido consecuencias devastadoras, incluyendo denuncias falsas que han arruinado vidas. Como esposa, madrastra y tía de hombres y niños maravillosos, no podía ignorar los peligros de esta ideología.

El ataque a los valores familiares no se detuvo ahí. El cambio más alarmante ha sido el ataque directo a los niños, promoviendo ideologías de género, alentando procedimientos médicos irreversibles y socavando los derechos de los padres. Este asalto directo a la familia es la razón por la que estamos tan comprometidos en crear comunidades que protejan y defiendan estos valores.

Nuestras comunidades representan algo más que hermosas casas en lugares paradisíacos. Somos claros sobre lo que creemos:

  • Creemos en la libertad, pero también en preservar los valores judeo cristianos que hicieron fuerte a la civilización occidental.

  • Creemos en la importancia de la familia y en la inocencia de los niños.

  • Creemos en la realidad biológica: existen dos géneros, hombre y mujer.

  • Creemos en la libertad de expresión, la libertad religiosa y la libertad médica.

  • Creemos que hombres y mujeres son iguales pero diferentes, cada uno con roles únicos y complementarios.

  • Creemos en el debate abierto, donde las diferencias pueden discutirse con respeto, sin censura.

  • No somos "woke", estamos despiertos a la realidad de lo que está ocurriendo en la sociedad y hemos elegido defender lo que realmente importa.

Esta es una de las razones por las que elegimos Latinoamérica para crear nuestras comunidades. En muchos lugares de esta región, la mayoría de las personas aún defienden y luchan por los principios del núcleo familiar. Por eso estamos viendo un éxodo de personas de todo el mundo, especialmente de países desarrollados donde la inmigración ilegal está transformando la cultura y creando entornos inseguros e inestables. Estas personas buscan un lugar donde puedan vivir de acuerdo con sus valores, donde sus familias puedan prosperar con seguridad y donde sus principios sean respetados.

Estos principios no son solo palabras; son la base de las comunidades que estamos construyendo. Y lo más gratificante de este camino ha sido conocer a tantas personas con ideas afines, que comparten estas creencias y desean construir un futuro basado en ellas. Nuestros clientes no son solo compradores; se convierten en amigos, vecinos y en parte de un grupo que prioriza la libertad, la familia y la verdad.

Esta es la razón por la que hacemos lo que hacemos. No estamos simplemente desarrollando propiedades, estamos fomentando un estilo de vida que se alinea con nuestras convicciones más profundas. Y estamos agradecidos por cada persona que se une a esta misión.