Mucho tiempo sin escribir...
He estado alejada, no porque quisiera sino porque el tiempo realmente ha pasado más rápido de lo que me imaginé. Me dije hoy: "Voy a escribir en el blog", pues hace tiempo que no lo hago, y cuando veo, mi última entrada fue hace 4 meses!
En este momento estoy en la casa, enviando y recibiendo e-mails de diferentes proyectos que tenemos en los siguientes meses. Por si acaso, sigo en Nicaragua, por lo que dichos proyectos son aquí. Desde Mayo tengo dos empleos, en la fundación Help Them Help Themselves como directora médica, ayudando a organizar misiones médicas y dentales, y visitas de estudiantes universitarios; y como parte de un comité de responsabilidad social donde organizamos más proyectos: para la comunidad, para las escuelas y en la conservación de las tortugas marinas.
Mi segundo trabajo es en el restaurante del resort donde vivo. Se llama SeaSalt restaurant y yo estoy a cargo de manejar su marketing en las redes sociales, publicando actualizaciones y tomando fotografías. Además estoy pendiente de los cambios que hayan que hacerse, de los grupos que vayamos a atender, y de resolver cualquier problema diario junto con el manager.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, como decía una canción conocida. Hace dos años quise estudiar fotografía porque siempre me llamó la atención, así que estuve en un curso por 9 meses. Me compré una cámara usada, lentes usados, un nuevo trípode, un nuevo flash y me lancé al ruedo con mi hobbie. Mi cámara no era nueva de paquete pero yo la sentía así. Estaba fascinada y todo el tiempo buscaba la forma de poder usarla cambiando los lentes de acuerdo a lo que quería tomar y captando imágenes de todo lo que veía interesante. Nunca pensé que me serviría para un trabajo, pero mírenme ahora, soy la fotógrafa oficial del restaurante. Fue un oficio que acepté con gusto, ya que es una bendición poder hacer una de las cosas que más me apasiona.
Esa es mi vida profesional en la actualidad. Ya no veo pacientes como antes, pero no me puedo despegar de ellos, así que gracias a la tecnología del whatsapp, podemos estar en contacto y les resuelvo cualquier duda que tengan. Los extraño mucho, pero también soy feliz acá. Además en las misiones veo todos los pacientes que quiera y así voy conociéndolos y a sus familias. En cada misión veo caras conocidas y me encanta ser parte de estas comunidades.
En cuanto a mi vida sentimental, estoy viviendo con mi novio Patrick desde Enero de este año. Sí, Patrick, el fundador de Help Them Help Themselves y el visionario que inició la construcción de la clínica Roberto Clemente III para las comunidades de Villa El Carmen (eso lo conté en una publicación pasada). Hablaré un poco más sobre eso en otra entrada, ya que se merece su propio espacio ;). Lo único que diré acá es que estamos muy bien, con sus altos y bajos, así como es la vida, pero cada vez mejor. Me siento muy afortunada de este camino que se me ha presentado y que no haya dejado pasar esta oportunidad. Al principio tuve un poco de miedo pero sabía que estaba haciendo lo correcto. Mi teoría es que hay un miedo bueno y uno malo. Este era un miedo bueno, así lo sentí al menos y pienso que no me he equivocado.
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