Tengo un corazón inquieto y rebelde
que sube y baja sin pena ni esfuerzo
tiene su propia energía y ritmo
y corre cuando menos lo espero.
Tratando de alcanzarlo me alimento
de aire, de rezos, de suplementos
de muchas horas interrumpidas de sueño
y mi Fe que es mi mejor sustento.
Su energía es algo que envidio
ya que nunca se cansa de cambiar
en muchos momentos se convierte en un martirio
pero en otros me inspira a cantar.
Mi corazón siempre ha sido veloz
era difícil para mi poder aceptarlo
era como un ser extraño dentro de mi
mas ahora no quiero cambiarlo.
Ahora te conozco más mi corazón
eres quien me ha despertado de mi letargo
quien me devolvió la verdadera sonrisa
y ahora puedo vivir sin prisa.
Ahora sí acepto tu ritmo cambiante
ahora sí me conecto contigo
porque tú eres lo que yo soy
y en tus dos tiempos de serenidad y locura me encuentro hoy.
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