jueves, 15 de noviembre de 2012

ODA A MI ENOJO



¿Y qué si me enojo?
Es un sentimiento básico, pero no menos legítimo
que me atesta de franqueza para poder objetar
contra aquello que me ha causado un porrazo espiritual y mental

¿Qué me nubla la mente?
Eso dicen, pero no opaca mis sentidos,
los purifica, irradia y exhibe
junto con el rubor en mis mejillas y el frenesí en mi pupila

¿Y qué si me enojo?
Mis expresiones no muestran zafiedad,
sólo una apasionada desazón, solfeando palabras genuinas
que pueden lisiar por tiempo indefinido o ser totalmente anodinas

En todo caso,
en el enojo,
de la honestidad no me despojo.