viernes, 3 de marzo de 2017

SER POSITIVO


Un gran amigo mío que viaja siempre por el mundo hacia lugares muy poco amigables a la vista de la población occidental, me dijo que durante sus viajes nunca ha tenido un problema o se ha encontrado en una situación en la que alguien le haya querido hacer daño. Su filosofía de vida es que más del 90% de las personas son buenas, y no tienen malas intenciones. En una de sus tantas historias recuerdo la de su viaje a Afganistán. Me comentó que en una ocasión, caminando sólo por el desierto, con su cara tapada (sólo se podían ver sus ojos azules, por cierto un mal color de ojos para dicho lugar) se cruzó con unos soldados musulmanes armados, cada uno con un tremendo rifle (no recuerdo el tipo ya que desconozco de armas). Mientras se iban acercando por el lado contrario pensaba en lo que haría ya que era una situación intimidante, así que decidió acercárseles, hablando con señas, puesto que desconoce su idioma, y les solicitó un selfie además de la compra del arma que uno de los soldados tenía en su mano (lo cual le podría servir de ayuda en un sitio como ese). Todo esto sin ningún tipo de objeción por parte de los soldados, los cuales sonrieron, posaron para la foto y le entregaron el arma. Aquí cabe incluír otra de sus filosofías, la cual dice: "Todas las personas son como los perros, si les huyes te van a perseguir (y talvez morder??), si te les acercas amigablemente, responderán de la misma manera amigable ya que se sentirán a salvo". 

Desde que me comentó su filosofía camino con esa idea en mi cabeza, y me ha ayudado mucho ya que puedo vivir cada experiencia con menos recelo y temor y con más presencia e intensidad. Yo he tenido bastantes, diría demasiados, momentos de ansiedad y nerviosismo, lo cual ha afectado la forma en que he experimentado muchas situaciones en mi vida, restándoles aquello que pude haber disfrutado mucho más. Por esto escribo esta publicación, porque la mayoría de las veces la ansiedad proviene de lo que pensamos que puede pasar, no de lo que nos está pasando en ese momento, y eso podemos controlarlo poco a poco, conociendo que esto es un proceso y que podemos mejorar, siempre podemos mejorar. 

El optimismo es evitar el cinismo en nuestras mentes, y encontrar soluciones, no problemas. No significa ser ingenuo, ni idealista o demasiado inocente. Significa ir por el camino de la resiliencia y de la asimilación de nuestro entorno con la aceptación de lo que puede ofrecernos para engrandecer nuestro espíritu.  

Es un camino difícil, sobretodo cuando ya has vivido muchas malas experiencias y muchas decepciones, pero eso sólo debe hacerte más fuerte y más sabio, no pesimista o amargado. En la vida conoceremos a muchas personas, algunas se quedan, otras se van, otras vuelven, otras se olvidan, pero es aquel contacto humano y la acumulación de relaciones lo que nos lleva a transformarnos para mejor o peor.  


Muchas veces pensé que era una persona positiva, y siempre lo decía, pero me di cuenta que estaba encaminándome a todo lo contrario, y estaba dejando de lado esa confianza que siempre le he tenido a las personas y sobretodo a mi misma.  El poder tener momentos de pausa y el poder tener la oportunidad de analizar (esa oportunidad me la doy YO) que está pasando por mi mente y hacia donde voy, me ayudaron a dar un giro hacia un camino más optimista y más sincero. 

Estas letras las quise compartir hoy en que me siento especialmente positiva ;).
AH! Y siempre siempre hay que tener GRATITUD.