viernes, 9 de mayo de 2014

DIA DE LA MADRE



Tengo tanto que decir de mi madre.  Lo primero que recuerdo es que no podía despegarme de ella cuando era una bebé, tenía total "mamitis" y sí, pensarán que como es que me acuerdo de eso, pues sorprendentemente lo hago. Al comienzo pensé que eran sueños, pero mi madre me los ha corroborado, por lo que puedo asegurar que tengo recuerdos de algunas escenas de mi vida desde un poco antes de tener un año. Desde pequeña fui una niña un poco nerviosa, heredado por supuesto de la parte paterna de mi familia, por lo que buscaba la presencia principalmente de mi mamá que siempre estaba ahí ya que mi papá trabajaba y estudiaba todo el día.

Los que la conocemos bien sabemos que tiene un carácter muy fuerte y es además super obsesionada con el orden, o sea, su "orden", lo cual no se puede calificar siempre como tal, para mi es un desorden total, pero el punto es que quiere todo tal y como lo dejó, así sea un papel atrapado entre las dos puertas del closet (lo cual es verídico), pues así debe quedarse, a la altura adecuada, por muy descabellado que parezca. Recuerdo como me llamaba cuando le movía algo, y yo no entendía como se había dado cuenta, pero es que creo que tenía todo medido! Era increíble, y después de eso tenía que explicar el por qué había cometido tremendo crimen. Lo más chistoso es que ella es pequeña y delgada, y yo crecí rápidamente, siendo más alta que ella desde los 13 años, pero olvídenlo, yo podía ser Gulliver y ni así dejaba de intimidarme su mirada. Con lo chiquita que es, yo no podía decirle una sola palabra que tenga un pequeño dejo de irrespeto, pues sabía que me estaba condenando a un buen correazo. Lo peor es que no me dolía realmente, eran más que nada sus ojos con esa mirada lo que me daba terror.

Pero su carácter no es todo lo que la caracteriza, ella es una persona que ama incondicionalmente a cada persona de su familia, que no duda en ayudarlos si los ve en problemas, y no puede ni dormir si sabe que alguno no ha podido resolverlo aún.  Su vida somos nosotros, ella es todo lo contrario a ser materialista, nunca le ha importado tener joyas, o el mejor guardarropa, o la casa más grande, su realización como mujer, madre y ser humano es tener la familia que tiene y poder disfrutarla todos los días, el tener a su familia segura, sana y feliz, es todo lo que ella pide.

Gracias a ella aprendimos a valorar el trabajo y el esfuerzo, y a valorar aún más lo que se obtiene con ese trabajo y esfuerzo.  Ella me enseñó a amar a mi familia, a cuidarla, y a entender que es lo más importante que una persona puede tener, ya que ella lo demuestra todos los días.  Ella me enseñó a tomar riesgos, ya que ella los tomó cuando pensó que eso mejoraría la vida de todos nosotros.  Ella me enseñó a ser fuerte, ya que aunque seas mujer, y parezcas frágil, el carácter y la actitud es lo que te mantendrá a flote y te ayudará a superar y sobrevivir lo que sea, así como ella superó su enfermedad que duró 6 largos años y que casi la consume por falta de sueño y exceso de dolor.
Ella me enseñó a tener voluntad y a ser constante, así como ella nunca abandonó esa rehabilitación tan difícil y dura pero que la llenó de esperanzas porque fue después de haber sido operada al fin de ese tumor que la tuvo sin dormir por esos 6 años, y a pesar de que los médicos consideraban que sería imposible que vuelva a caminar, ella nunca dudó (o al menos nunca nos lo demostró) y ahora camina más rápido que yo.
Ella me enseñó a vivir, porque ella ha vivido lo que ha querido, y también a descansar cuando debes hacerlo, para coger fuerza y continuar en este camino tan pétreo pero que puede ser tan maravilloso como es el estar vivo.
Ella me enseñó a no envidiar a los demás, sino a alegrarme por la felicidad de otros, así como ella se contenta sinceramente cuando se entera que a alguien le ha ido bien en la vida, sobretodo si es una persona que ha luchado mucho por eso, se alegra por sus amigas, por su familia lógicamente, e incluso por gente que ni siquiera conoce.
Ella me enseñó a seguir mi camino, a buscarlo si aún no lo encuentro, pues nadie lo hará por mi y a nunca abandonar quien soy, a no dejarme influenciar por lo que los demás consideren que debo ser o hacer, y a no juzgar a los demás, ya que ella jamás lo ha hecho conmigo.
Gracias mamá por todo lo que me has enseñado y me sigues enseñando, sólo espero nunca defraudarte y seguir llenándote de felicidad, así como tú lo has hecho conmigo. Te amo y admiro mucho, eres el centro de todo.
Feliz Día Mamá!!

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