viernes, 18 de septiembre de 2015

EL DOLOR DE BARRIGA

Es un síntoma muy común en la consulta pediátrica y uno de los que ocasiona mayor estrés para los padres ya que se quieren asegurar de que no se trate de una enfermedad que requiera de una operación, y lo primero que se les viene a la mente (en la mayoría de casos) es una apendicitis.

En mi experiencia y en los estudios realizados, la apendicitis no es parte de las causas más frecuentes de dolor abdominal, ocupa menos del 2% en niños menores de 2 años y se presenta más en niños mayores de 10 años.  En nuestro medio una de las mayores causas es la transgresión alimentaria. La transgresión alimentaria es lo que conocemos vulgarmente como "empacho" y el empacho se define como una alteración del sistema digestivo causado por una ingesta excesiva de alimentos. Por esta razón es importante que los padres se fijen bien en lo que están comiendo los niños, y no sólo lo que comen sino también lo que beben. Los alimentos que ocasionan el dolor no necesariamente tienen que estar en mal estado, es más, he visto más causas de dolor por ingesta excesiva de un alimento en buen estado que por un alimento dañado. Lo que hay que tener en cuenta es la calidad del alimento (si es nutritivo o no), la cantidad (comerse un mango no es lo mismo que comerse 10) la combinación de alimentos, (no está bien combinar carbohidratos con carbohidratos, carbohidratos con grasas, tener poca variedad en la dieta), y la preparación de las comidas. 

Es comprensible que cuando el niño es mayor, no se puede saber con certeza todo lo que ha comido ya que habrán más actividades fuera de casa, sin presencia de los padres, pero se puede hablar con el niño, con mucha paciencia y comprensión para que haya mayor apertura y poder obtener la información necesaria.

Ahora bien, hay muchas otras causas de dolor, el cual debe ser evaluado por su pediatra de confianza, por lo que además de conocer la dieta, se debe observar qué otros síntomas lo acompañan, cuanto tiempo tiene con ellos, si es posible, localizar en que parte del abdomen se manifiesta, sus características, por ejemplo si es constante, esporádico, leve, moderado o severo, y que tipo de dolor es, esto último sólo en niños mayores, los cuales pueden describirlo como un retortijón o sensación de algo pesado, o un ardor.  Hay que evitar darle medicamentos que puedan enmascarar ese dolor antes de acudir al médico porque será más difícil poder llegar a un diagnóstico. Si este dolor se acompaña de vómitos, diarrea o fiebre, deben hidratar a su niño, principalmente con suero oral, ya que las complicaciones se pueden dar más por deshidratación que por la enfermedad en sí. Debe además evitar darle alimentos que irriten su estómago como frituras, cítricos, gaseosas, etc.

Cabe destacar que hay dolores abdominales que también se presentan en enfermedades que no necesariamente tienen su origen ahí, como por ejemplo la faringitis, otitis, neumonía, migraña, enfermedades sanguíneas, etc.

En resumen, los padres deben tener muy en cuenta lo que ingieren sus hijos (en alimentos sólidos y bebidas), deben conocer como estos alimentos en exceso, o de mala calidad pueden afectar su digestión, ocasionar síntomas que podrían causar dolor, y otros problemas que a largo plazo podrían afectar su salud en general si no se hace algo a tiempo, y saber cuando llamar a su pediatra, con la información necesaria y correcta, evitando automedicarlos para que se pueda llegar a un diagnóstico certero. 

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