Nunca dejemos de vivir intensamente, cuando nos veamos en piloto automático por un momento, levantémonos y veamos qué tanto aprovechamos ese minuto de nuestra vida, ya sea relajándonos, bailando, leyendo, o escuchando a alguien contarnos algo de si mismo. No siempre tenemos que estar en actividad física o mental, puesto que para descansar también tenemos que hacerlo bien. La vida es tan maravillosa, y aquellas pequeñas cosas que damos por sentado, si las vemos más de cerca, pueden darnos un día realmente valioso e inspirador. Mira el cielo, puede haber un arco iris acompañándote, o el más fascinante atardecer. No te lo pierdas!
Vivamos así, inyectándonos intensidad y siendo proactivos con nosotros mismos y los demás.
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