martes, 3 de mayo de 2016

EL DIA QUE UNIO AL ECUADOR

El 16 de abril del 2016 nuestro país recibió un terrible impacto por un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que tuvo su epicentro en Pedernales, en la provincia de Manabí. No es necesario mencionar el desmesurado daño que causó, sobretodo en pérdidas humanas y heridos de gravedad, además de la pérdida de muchos hogares y otros bienes materiales. Pero el mayor impacto fue en la sociedad civil ecuatoriana, el susto y asombro generalizado se dirigieron rápidamente hacia la acción. En pocas horas, como jamás imaginé, todos empezaron a donar alimentos, agua y vestimenta y muchos a trasladar todas esas donaciones al área cero. Y aún hoy esa ayuda continúa, con planificaciones a largo plazo para reconstruir la provincia.

Yo tuve el privilegio de acudir como pediatra, ese era mi granito de arena, el poder dar una parte de mi a esas personas que lo han perdido todo, el hacerlas sentir que el mundo no los ha olvidado, que estamos ahí y que nos importan, porque son nuestros hermanos, porque todos somos uno, y debemos levantarnos juntos.

Pero me equivoqué. No sólo yo los ayudé a ellos, ellos me ayudaron a mi. El presenciar esa realidad y verlos tan entusiastas, con un espíritu inquebrantable, ver a los niños riendo y jugando, satisfechos con un simple chupete o juguete que les dábamos, los adultos sonrientes, amables, dignos, sin quejas ni llantos (a pesar de que muchos perdieron familiares, otros su hogar, otros ambos), eso me regaló algo invaluable y es la gratitud, y empecé a dar gracias, esta vez de verdad, por la vida que tengo, por lo que puedo ofrecer, por la gente que me rodea, por presenciar y vivir ese momento en Canoa, con su gente y mis compañeros voluntarios, y el reconocer que en este mundo todos somos iguales, no hay credos, razas, apellidos, dinero que nos separe, ya que en un segundo todo cambia y nos convertimos en simples seres que pueden vivir, o morir y necesitan de la ayuda del otro para sobrevivir.  
El 16 de abril fue un día de luto, pero también fue el día que nos convirtió en uno sólo y nos demostró lo grande que es ser ecuatoriano.
Y tenemos que seguir!



1 comentario:

  1. Al fin lei tu experiencia. Captaste el mensaje y tu mission.Hay algo mas grande que todos nosotros, que yo de chico lo llamaba el gran alma. Yo escribi que todos pertenecemos a esa gran alma, que unos le llaman Dios, otros energia, otros el espiritu santo, y tu eres parte de ella. Todos lo somos. Tu eres enviada Andrea, tu mission recien comienza. te felicito por ir a Canoa, pocos lo hacen. Pronto te encontraras con mas sorpresas, con mas viviencias. es tu destino

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