viernes, 1 de junio de 2012

APRENDER A DESAPRENDER


Eso me dijo mi maestro, el Dr. Bosco Alcívar la primera vez que fui como residente de pediatría a pasar visita con él en su sala del Roberto Gilbert, la E2. "Aprende a desaprender todo lo que te enseñaron hasta ahora", esas palabras se me quedaron impresas en la mente con Loctite Super Bonder, y al inicio me bajonearon por algunos días ya que ¿Quién no se decepciona al conocer que te han enseñado mal gran parte de tu vida, y en mi caso, por 28 años? Pero después de una semana me curé del bajoneo y fue reemplazado por entusiasmo, ese entusiasmo que se da cuando sientes que obtienes una información privilegiada, y que posiblemente pocas personas la obtengan a lo largo de su vida (todo radica en desde que perspectiva analizamos las cosas).  Así que continué en aquella sala los siguientes meses, recibiendo con mejor actitud las buenas nuevas (o tomándolas así), y descubrí que muchos archivos de mi cabeza han guiado mi vida hasta ese fatídico día en la sala E2 (aunque algunos aún lo hacen, ciertas costumbres son difíciles de esquivar).
En fin, supe que desde la casa hasta el colegio e incluso la universidad,  hemos recibido muchos monólogos dirigidos hacia informaciones que nos han cerrado en muchas ocasiones la mente y nos ha retrasado por mucho tiempo la iniciativa de investigar para emitir opiniones y realizar acciones que se basen en un buen criterio y lógica. Opiniones que emerjan de lecturas implacables y desmedidas, y acciones ávidas para la creación de nuevas hipótesis y teorías.  Desgraciadamente nos hemos acostumbrado a obtener todo hecho y deshecho, como si debía estar allí para nosotros y nuestra comodidad.  Sino ¿por qué son tan escasos los trabajos de investigación en este país? No podemos siempre echarle el muerto a la falta de apoyo (familiar, laboral, gubernamental, etc), pues al final uno de los resultados de estos malos aprendizajes es decir y pensar: ES CULPA DE...
Nuestra mente es lo más poderoso que tenemos, y a la vez es un laberinto que guarda informaciones que están visibles, medio visibles e invisibles, pues no todo lo recordamos, y muchas veces lo que se nos queda grabado son elementos inservibles que nos limitan el crecimiento personal. El crecimiento personal... que es eso? Pues es conocerse a sí mismo honestamente, enfrentando los miedos y saber hacia donde quieres ir, que quieres lograr, sin ponerte límites ni excusas, sólo caminos amplios con entradas hacia otras vías pero sin semáforos en rojo.
Nada nos puede parar.
Yo tengo la plena confianza de que si nos reprogramamos a la edad que sea, podremos alumbrar el sitio donde nos encontremos con muchos aportes significativos, sobretodo si logramos capturar aquellas buenas cosas que no debemos desaprender de nuestro laberinto mental,  ponerlas visibles a la luz y presentarlas a las nuevas que van entrando a ubicarse en un sitio VIP siempre a la vista para ser utilizadas.
Agradezco mucho a mi profesor el haberme dicho esas palabras, así haya sido duro al comienzo, muy crítico conmigo y con la sociedad en la que vivimos, esas palabras fueron un burdo empuje hacia lo desconocido que siempre quise conocer y que no sabía que quería conocer.  Aún me hallo ahí, dando manotones de ciego en ciertos espacios que todavía no reconozco, pero vamos caminando y reaprendiendo.



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